Tránsitos de Urano: el tránsito que sacude para liberar
Lo tránsitos de Urano marcan momentos en los que todo parece seguir igual… pero vos ya no sos la misma.
Lo que antes hacías en piloto automático ahora te pesa.
Te irritan conversaciones que antes tolerabas.
Sentís una necesidad de cambio, pero no sabés por dónde empezar.
Si estás viviendo algo así, puede que Urano esté en tránsito sobre puntos sensibles de tu carta natal.
Y no, no es casualidad.
Urano: el planeta que incomoda para despertar
En astrología terapéutica y evolutiva, Urano es un agente de liberación. No viene a destruir tu vida, pero sí a mostrarte qué partes de tu identidad, tu trabajo o tus vínculos ya no son sostenibles.
No lo hace con sutileza. Te empuja.
Porque sabe que muchas veces necesitás una incomodidad real para dejar de postergar.
Y aunque el proceso puede sentirse como caos, en realidad es un reordenamiento interno.
Tu alma está intentando recuperar espacio para ser quien sos ahora, no quien fuiste hace diez años.
¿Cómo se viven los tránsitos de Urano?
No hay una sola forma. Pero muchas veces se manifiestan como:
- Sensación de estar desbordada sin motivo aparente
- Dudas existenciales que antes no estaban
- Rechazo total hacia ciertas estructuras o relaciones
- Ganas de hacer algo radical (renunciar, mudarte, soltar algo)
- Una intuición clara de que no podés seguir igual, aunque no sepas a dónde vas
A veces llega con eventos externos (una ruptura, un cambio forzado), otras veces nace desde adentro, como un malestar que crece en silencio hasta que ya no lo podés ignorar.
No estás rompiendo todo. Estás dejando de adaptarte.
Durante años, tal vez te moldeaste para encajar: con tu pareja, tu familia, tu rol laboral, tu imagen.
Pero llega un momento donde tu alma necesita más espacio, y Urano se encarga de recordártelo.
Ese deseo de libertad que te inquieta no es egoísmo ni inmadurez.
Es la señal de que tu crecimiento va por otro lado.
Y si lo ignorás, el cuerpo habla. O la vida grita.
¿Cómo atravesarlo de forma terapéutica?
Reconocé lo que ya no va más. Aunque todavía no sepas qué va a venir después, es importante nombrar lo que te está agotando.
Permitite dudar. Estás cuestionando lo que te sostenía. Eso lleva tiempo y merece cuidado.
Hablá con alguien que no quiera devolverte a tu versión anterior. Muchas veces quienes nos rodean quieren que sigamos siendo “las de siempre”. Pero vos ya sabés que no.
Buscá rituales que te conecten con tu cuerpo. Urano puede ser muy mental. Anclate. Respirá. Escribí. Caminá.
Urano no es tu enemigo. Es tu recordatorio.
Si estás viviendo un tránsito uraniano, no estás fallando.
Estás en plena actualización interna.
Lo que sentís como “inestabilidad” es, en realidad, una puerta de salida a la repetición.
Urano no quiere que rompas todo. Quiere que te atrevas a elegir de nuevo, con más conciencia.